A fines de los años 40
Mi madre solía contar que se casó en el mismo año que la Reina Isabel con el Principe Felipe de Inglaterra. En aquellos tiempos no era tan fácil acceder a la información como hoy pero me contaba que se podía seguir y palpitar la boda que era el acontecimiento del año.
Isabel y Felipe recibieron 2500 regalos de boda provenientes de todo el mundo aunque Gran Bretaña aún no se había recuperado de la devastación de la guerra. Isabel, incluso, necesitó de cupones de racionamiento para adquirir los materiales para su vestido de casamiento, diseñado por el modisto Norman Hartnell en satén de color marfil y decorado con hilo de plata, bordados de tul y 10 000 perlas blancas importadas directamente de América. Su ramo de orquídeas blancas y de mirto, extraído del arbusto que había plantado la reina Victoria tras su boda, fue depositado en la tumba del soldado desconocido, acto que su madre había realizado también en 1923. Tras la ceremonia religiosa en la Abadía de Wentminster, se ofreció una comida a los invitados en el Palacio de Buckingham. La ceremonia estuvo oficiada por el arzobispo de Canterbury y el de York. Se contó con la presencia de ocho damas de honor. La boda tuvo más de 2000 invitados y la radio BBC transmitió en vivo la celebración. El primer ministro Winston Churchill definió el festejo como «un toque de color en el duro camino que debemos recorrer».
Mi madre se casó en la Iglesia de San Juan Bautista de la localidad de Valentín Alsina y fue mucho mas modesto aunque no menos bello su vestido y su fiesta.
A principios de los años 80
La vida quiso que yo me casara el mismo año que el Príncipe Carlos y Lady Diana.
El anillo de compromiso que el príncipe regaló a Diana estaba hecho de oro blanco y contenía un zafiro azul de 12 kilates rodeado por 14 diamantes. Es el mismo anillo que el príncipe Guillermo regaló a Kate Middleton, su esposa.
Diana llegó a la boda en un carruaje antiguo hecho de vidrio y tirado por caballos. Afuera, 600 mil personas se habían reunido para presenciar su llegada a la catedral.
Alrededor de 750 millones de personas de todo el mundo presenciaron la ceremonia religiosa desde sus televisiones.
El vestido de Diana hizo historia: confeccionado con seda de color marfil, tenía más de 10 mil perlas y lentejuelas bordadas a mano y una cola de ¡25 metros!
En la recepción hubo 27 pasteles. El pastel oficial de la boda medía más de un metro y medio de altura y tenía cinco pisos. Estaba adornado con una cascada de orquídeas blancas, las iniciales de los novios y el escudo de la familia real de Inglaterra. Su preparación comenzó 14 semanas antes de la boda.
El ramo de Diana, en forma de cascada, contenía puras flores blancas: orquídeas, gardenias, fresias y lirios del valle, entre muchas otras variedades. La florista Doris Wellham creó dos ramos idénticos, uno para las sesiones de fotos y otro, para la ceremonia.
Después de la ceremonia religiosa, que tuvo lugar en St Paul’s Cathedral, en Londres, los recién casados se dirigieron al palacio de Buckingham para ofrecer un banquete para 120 invitados.
La diadema que usó Diana durante su boda (conocida como la “Spencer Tiara”) fue un regalo que recibió su abuela, la vizcondesa de Althorp, en su boda en 1919. Contiene piezas florales de diamantes y plata montadas sobre oro.
En mi caso mi boda fue en la imponente Basílica de Nuestra Señora de Buenos Aires con una fiesta muy concurrida y un vestido de novia que yo misma elegí para que una modista de alta costura lograra que luciera bellísimo. Y aunque no tuve el lujo de una princesa me sentí como tal y mi matrimonio lleva mas de treinta años por lo cual no tengo demasiado que envidiarle a Diana de Gales una dama que el mundo aún extraña por su sensibilidad y su belleza.
Hoy
Gentileza de Floristería Majoris de Mallorca |
En pleno mundo globalizado y con la tecnología a disposición cada boda hoy tiene hoy la posibilidad de marcar tendencias. Las celebrities y los deportistas que se casan se han vuelto la mirada referente y hay quien prefiere el minimalismo de un casamiento con menos pompas y circunstancias. El concepto de vintage es un elemento que paradojicamente también se ha vuelto moderno. Sin embargo el glamour puede ser parte de una boda en una finca o en un salón real. Hay quien elige lugares paradisíacos para casarse o prefiere una pequeña aldea.
Desde aquí abrimos la primera nota de este blog preguntando ¿ Como es la boda de tus sueños? Te animas a contarnos.
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